Escribe Conmigo: Algodón con Sangre

Durante un mes y medio estaré posteando las historias que escriba dentro de mi grupo de escritura Escribe Conmigo. El desafio consiste en intercambiar escritos de lunes a viernes con un compañero que cambia cada semana. Este compañero te dará un devolución sobre el escrito, y tú a él. Los organizadores te proveen de un disparador que puedes usarlo o no. El del día de hoy fue: Algodón con Sangre.


– Estoy precoupada- dice Lau con la mirada fija en el vacio. -No encuentro forma de salir de esta situación – continúa con voz quebradiza y ojos llorosos.
Lau, volvió su mirada a la pantalla de su celular y se dio cuenta que esta estaba sumergida en sus lágrimas. Limpió con su camisa azul clara el exceso, y luego colgó la llamada entrante – Ese Juan, no me deja en paz – se exaspera con voz ronca. – No se da cuenta que…- se detiene al reconocer que se acercaba su madre.
La madre la mira con ojos de  desaprobación y hasta un poco de ira. A Laura no le intimida nada que venga de su madre. Ella sabe que esa «vieja lunática»  como ella afectuosamente le llama no entendería jamás lo que a ella le está pasando. Sin decirle nada, la madre vuelve de donde vino.
Luego de una par de horas de espera en la clínica por fin la secretaria vestida de rosa viejo dice su nombre – Laura Espósito -con voz alta y clara. Lau mira a su madre, que ahora estaba a su costado, pero esta no le devuelve la mirada. Se levanta de la silla colocando las manos en su regazo, y con pasos seguros va en dirección de la voz que repite su nombre.
Al llegar al escritorio, este le entrega un sobre blanco y bien cerrado. Ella siente un vacio en el estómago, toma el sobre con su mano izquierda. Se voltea sin darle las gracias a la secretara, pero la señora en el escritorio no parece importarle. Lo hace parecer como una situación habitual.
Toma su cartera que esta en el puesto contiguo al de la madre, y sin darle ninguna explicación esta se marcha. La madre abre los ojos hasta parecer platos llanos, y antes que saliera algún sonido por su garganta Lau ya estaba llegando a la puerta.
Si, el resultado fue desgarrador. Pero todavía vive. Se dio cuenta que se puede vivir sin remordimiento luego de ese lamentable resultado. Toma su medicación todos los días, sin miedo a la muerte. Marcha por sus derechos a vivir, pero por la muerte del estigma. A pesar de ser VIH+, Lau tiene un trabajo digno, un novio y dos gatos.

 

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