Por mucho rato estuve tratando de encontrar por dónde iba el libro, no en lo que procuraba si no en su forma. No entendía por qué saltábamos de un lugar a otro o mejor dicho de un personaje a otro sin centrarnos en la protagonista que para mi, en primera instancia, fue Claudia. Ya, luego, de unas buenas 50 o 60 páginas me di cuenta que Pecola adquiere una importancia MORTAL en la trama.
Si bien es cierto el inicio indica lo que ahora sé que es el final. En ese momento el comienzo lo vi como una adulta escribiendo sobre hechos de su niñez, y que luego ella nos daría algo propio. Pero la escritora, una de las escritoras más increíbles que América nos haya dado, me cambió totalmente la forma de ver las cosas. Me encantó como a la autora no le fastidió confundirme. En fin, Claudia habla de su familia y nos contextualiza: negra en los años 40, y esto que nos relata es como como su mundo era. Luego, conocemos mejor a Pecola una joven triste pero que no está aware de lo que pasa (cuando la conocemos empieza hablando Claudia, pero es ella quien luego habla sobre sí misma como contando cómo es la relación de sus padres, su casa, y luego Claudia continúa en cómo la gente los ve a ellos como familia y seres humanos.)
Avanza la historia y llega una niña negra, pero «bien» ,o mejor dicho, con más plata, incluso “más blanca”. Esta interacción es interesante porque allí Claudia afronta su humanidad. Pecola es salvada por esta nueva niña, pero no se emocionen luego es insultada, y al final maltratada por ella misma. Como ya se imaginaran, Pecola es el escalón más vulnerable de la historia; económica y socialmente.
Más o menos al mismo momento, conocemos al inquilino de la familia de Claudia, y sus formas pervertidas (lo cual me hace pensar en lo desagradable que pudo haber sido ser niño tiempo atrás. Con qué facilidad pudiste haber sido vulnerado, y, bueno, tomando en cuenta que los negros no eran ni considerados humanos ni para ellos mismos entonces sus emociones y sentimientos eran percibidos como cero.)
Más interacción familiar de la familia de Claudia hasta que en un punto conocemos a los padres de Pecola. Primero, la sra. Breedlove, su madre, y luego Cholly, su padre.
Como ya sabemos cómo lucen y cómo actúan ahora se nos hace muy duro saber que en algún momento fueron felices, que tenían sueños, que amaban, que se preocupaba, que eran seres humanos como todos nos creemos. La sra. Breedlove era encantadora. Tenía una incapacidad en su pierna que no le permitía caminar con comodidad, esto la convirtió en alguien introvertido y más bien casero. Fue encontrada por Cholly, se casaron para más tarde irse a tierras lejanas y más frías. Aburrida de no hacer nada, decide trabajar y nota que Cholly no es el mismo. Madre de 3 niños. Ya no hay química , empieza a ser consciente de su » fealdad» y le duele.
Cholly un alma libre abandonado primero por su padre y luego por su madre en sus primeros días de nacido. Fue cuidado por su tía que muere a sus 12 años. Se va de casa en busca de su padre, no funciona (obviamente), y continúa su vida libre y llena espontaneidad. Encuentra a la que ahora es su esposa. Y la vida doméstica lo empieza a pasar factura. Se siente abrumado por esa vida de responsabilidades y rutina. Empieza el alcohol, las peleas, y la violencia doméstica.
Volvemos al presente, y nos describen este tipo de mujeres negras (que aparentemente son un estereotipo americano) que les da asco los negros, su olor y sus costumbres. Pero que es negra, y así se supone que son las cosas. Quiere todo perfecto y lo hace todo de la misma forma. El hijo de este personaje se relaciona con Pecola porque van a la misma escuela. Este pichón de psicópata la invita a su casa perfecta para gastarle una bromita. Al final, por culpa de él ella sale lastimada por el gato de su familia “perfecta”. Pero luego ella le acaricia, y ésto actúa como un detonante para el pichon: esto le recuerda como su madre ama más al gato que a él, y acto seguido el picho mata al gato (escena muy triste del libro.) Sin que nos quede dudas, él culpa a Pecola y de nuevo es ella la víctima en una historia en la que ni siquiera quería participar.
Luego, conocemos a este personaje que parece más sociópata que cualquier otra cosa con un nombre bien pintoresco. Él ese tipo de charlatanes que predice el futuro y hasta puede cambiarlo. Vé a Pecola y quizá por un acto de empatía le hace creer a Pecola que tiene los ojos azules. Ésto es de suma importancia porque a pesar que es una historia que habla sobre familias negras, el tema de racismo se siente como otro personaje más. Pecola entendió muy precozmente que ser blanco y que tus ojos sean azules eran sinónimo de un ticket de vida más fácil. O por lo menos una más fácil de la que ella tenía.
Aquí suceden lo que ya sabemos: la violación a esta niña de 12 años por su padre. Brutal como siempre y la reacción inaudita de su madre.
La verdad es que te sientes cómplice durante toda la historia; Pecola ha sido destrozada por todos incluso por el mismo lector que lee las palabras y no se siente mal por lo que lee. Está en este estado de “mira lo que me estás haciendo a mi por contarme esta historia”.
Ella enloquece, lo sabemos por ese diálogo con ella misma que sostiene sobre sus ojos azules.
Foto por Tortugavispada