Hace unos días terminé de leer Americanah. Y resultó que Nigeria es bastante parecido a mi lugar de origen que es Venezuela. En este post no se caerá en la tentación de hablar de gobiernos ni partidos políticos, pero indiscutiblemente si se hablará indirectamente de los resultados de su gestión porque al final es lo que pasa en el día a día. Aclarado esto, continuo con la novela. Adichie comienza su historia en el comienzo del final. O eso es lo que parece para ese entonces. Ifemelu, la protagonista irreverente de la novela, es una negra que habla en presente y decide volver a Nigeria luego de 13 años de vivir en Estados Unidos. Lo primero que se le ocurre es que debe trenzarse el cabello, y por eso va esta peluquería gerenciada por africanas para tener su primera dosis de realidad. A partir de aquí, nos vamos al pasado y vemos crecer a un puberta Ifemelu; allí nos cuenta cómo luce, quienes son sus amigas, qué significa ser hermoso en Nigeria, quiénes son considerados los privilegiados, y el inicio de una relación amorosa/intelectual importante con el otro protagonista, Obinze.
Obinze es un chico bien parecido que está obsesionado con estudiar en Estados Unidos (primer paralelismo con Venezuela) tiene una especie de admiración por todo lo que que el país anglosajón produce. Consume su literatura como si fueran cómics y aprecia los valores yankees de una forma que a veces es molesta. Su madre es profesora de la Universidad en Nigeria, y ella lo incita a que lea otro tipo de literatura que no sólo sea estadounidense. Y le propone varios autores ingleses. Él desdeña todo lo que provenga de otro lugar.

Ifem y Obinze se hacen novios y estudian en la misma escuela. Durante la historia los personajes se hablan en igbo (sin explicarte absolutamente qué significa) lo cual al principio me hacía enojar, pero después me pareció una especie de declaración ¿Quieres saber qué significa? ¡Búscalo! En la parte de la historia que estaban en Nigeria que una persona en Lagos supiese hablar correctamente Igbo era considerado una persona preparada o por lo menos de una familia educada que enseñaba “principios” a su descendencia. Aquí me detengo, para decir que hay algo parecido a ésto en Venezuela. Y mejor me voy a mi ciudad natal que es Valencia. Esta es una de las ciudades más hispanizadas (colonizadas) de Venezuela. Para empezar que se llama como una de las ciudades de la “Madre patria”, y segundo por ese catolicismo hipócrita que llega a abrumar. En Valencia la mayoría (por no decir todos) de los colegios privados tienen una afiliación religiosa, principalmente a la religión católica. De hecho, todavía hay instituciones afiliadas al Opus Dei (si, en donde se señala a los padres divorciados, se discrimina la diversidad, específicamente, orientación sexual e identidad de género.) Obviamente que copiamos algunos valores de la España franquista, faltaría más.
Hay problemas en la universidades nacionales nigerianas (¿Les parece conocido?) hay paros de a veces hasta 6 o 7 meses, y evidentemente el problema no se soluciona. Entonces como esta pareja de chicos quieren estudiar, su opción es irse de su país a lugares como Inglaterra o Estados Unidos. Evidentemente la visa es un problema tan grande como la vida misma (Si, identico a Venezuela). Aquí es donde nuestros jóvenes y enamorados protagonistas se separan: Obinze debe quedarse en Nigeria porque su madre no está bien e Ifemelu si puede ir, de hecho este le convence de ir para que no siga perdiendo tiempo.
Esta parte de la historia quiero dividirla en cuatro partes a las cuales llamé: Impresión, Depresión, Discriminación, y Adaptación. Estas pueden ser fácilmente las etapas de cualquier migrante en el planeta. Pero hoy compartiré la experiencia de Ifem a través de mis ojos.
- Impresión: Ifem al llegar a Estados Unidos se reencuentra con su tía Uju (la ex amante del que fue un general en Nigeria), y con su primo Dike (hijo del General). Allí se da cuenta de cómo es el estilo de vida americano a través de su tía: trabajar trece horas al día (la tía es médica), bajo sueldos que la tía se gasta en nannies para Dike, y si, luego de un tiempo se da cuenta que ella puede ser tratada diferente por ser negra.
- Depresión: Esta parte viene muy seguida de la primera etapa, y la verdad es que te sumerges en ella muy fácilmente (querido lector migrante, tu sabras a lo que me refiero). Estar lejos de su familia, y de su pareja ya la pone en una situación en desventaja. Luego, el hecho de que ella aún no tiene documentos hace que roce la paranoia. Ella fue a estudiar con una beca parcial, así que debe financiar su estadía en el país e igualmente, aparte pagar el monto restante de la universidad. Entonces, se acumularon las deudas, y allí empezó el problema. Hay ocasiones estando fuera de nuestra área de confort en las que te enfrentas a realidades que nunca antes hubieses ni siquiera sopesado. Pues si, Ifem tuvo que prostituirse, una sóla vez. Y allí todo se fue el carajo. Se consumió…se evaporó. Ya no existía para nadie, y si existía ella hacía que todo el interés se esfumara. No hablaba con sus padres, ni menos con Obinze. Tampoco con su amiga Ginika que vivía cerca de ella. Estaba en la total oscuridad.
- Discriminación: Un día su amiga le dice que le dieron un trabajo como niñera. Para ese entonces, Ifem había aplicado a millones de posiciones, y esta había sido como su última esperanzada para obtener dinero antes de caer en el hueco. Kimberly, era la madre de los dos niños a los que Ifem tendría que cuidar. Era una típica casa americana de clase media/alta americana blanca. Las que hemos visto en películas y las que nos mostraron en libros por décadas. Laura, la hermana de Kim siempre le pregunta a Ifem sobre su cultura de esa forma extraña de preguntar. Por ejemplo, ¿Qué se siente que este país te de oportunidades que es tu país no pudieses ni imaginar? La verdad es que no hay respuesta agradable. O capaz si, pero como yo no soy ni blanca ni clase media/alta, ni con un pasaporte digno…quizá no se me ocurren respuestas educadas ni agradecidas. Luego, de que Ifem se recuperara de su laguna honda y oscura pudo notar que ella era diferente. Que su color de piel la hacía diferente, y por ello era tratada diferente: era su color de piel. En realidad era todo su fenotipo: color de piel, ojos, cabello, uñas, y demás lo que representaba para el imaginario de la sociedad estadounidense algo negativo ¡Pues si! Era negra. Y eso le brindaba muchas desventajas. Aparte que la cultura estadounidense, a pesar que reciben una cantidad exorbitante de culturas todavía no conocen los países que hablan inglés como primera lengua, y bueno eso causaba que le hablaran a Ifem con una lentitud exasperante…
- Adaptación: En casa de Kim, Ifem conoció los privilegios no de primera mano sino por asociación. El sobrino de Kim se enamoró de Ifem, y ella decidió tener una relación con él. Fueron momentos de bonanza y de viajes. Allí ella se dio cuenta como la vida puede ser fácil, y sencilla. Al ella finalizar la universidad, y verse en la necesidad de encontrar trabajo porque ya se le vencía la visa de estudiante, se dió cuenta que tener a un novio blanco con conexiones la ayudó. Ella encontró un trabajo y gracias a ese trabajo ella pudo obtener la codiciada Green Card. No todos contamos con la suerte de conocer a las personas indicadas en el momento indicado, ¿Cierto? Al final, ella terminó con Curt porque ella lo engañó con tipo espantoso. Y estuvo un tiempo sola hasta que abrió su primer blog sobre raza. Que se titulaba Raceteenth or Various Observations About American Blacks (Those Formerly Known as Negroes) by a Non-American Black. Allí ella describía y daba su opinión sobre el racismo en Estados Unidos. Como personas que creían ser muy respetuosas con lo diverso en realidad se cagaban en todo y eran maxi racistas (como la tía de Curt). Y hablo un poco el tema de las mujeres negras americanas. Que según ella eran el escalafón más bajo de la sociedad estadounidense.
Conoce a Blaine que es su novio afroamericano, y éste es activista de toda clase: contra los alimentos procesados, contra la discriminación (obviamente), los derechos de clase y en general sobre la dignidad humana. Él parecía ser un buen nombre, el perfecto. El para toda la vida, pero esa misma integridad lo hace insoportable (por lo menos en mi opinión). Todos sabemos que para movimientos como Black Lives Matter existan tienen que haber personas muy dedicadas, e intensas detrás. De eso estoy clara, pero para Ifem no significaba lo mismo aunque ella estuviese viviendo bajo la opresión de la supremacía blanca as its best en Estados Unidos. Ella creció en otro lugar, y a pesar que podía señalar con el dedo los casos de discriminación, parecía que su vida no estaba limitada a eso únicamente (felizmente).
Al decidir volver a Nigeria surgen las dudas (un opción que pocos venezolanos tenemos, digo la de volver). A muchos se les pudo haber ocurrido, pero ¿Por qué volver? A mi no. Yo también he sentido esa necesidad de regresar, de volver a encontrarme. A Ifem le pasó lo mismo, ella en un punto de la historia no se encontraba, no se sentía ella, no podía ver nada con claridad. Y volver te da un sentido, una dirección. O por lo menos esa fue mi línea de pensamiento. Luego de un par de contratiempos, vuelve Ifem a Lagos.
A todas estas Obinze fue a tratar de vivir en Inglaterra. Su capitulo allí terminó en que fue deportado por no tener papeles al tratar de efectuar una boda falsa. Al volver a Lagos, este muy deprimido se volca a trabajar con personas que lo involucran en el negocio de bienes raíces (que estaba muy de moda en ese momento ¿Quizá fue esto cerca del 2008?). Conoce a una chica, y se casa y tienen una hijita de unos 4 años.
Ifem no avisó a Obinze de su llegada porque se sentía un poco insegura luego de tantos años sin verse y sin tener una conversación real. Pero si pasó tiempo de calidad con amigos que quedaron en Lagos. Allí notó que la forma en que sus amigas veían a los hombres era transaccional: para que les regale un auto, o una casa, para tener cierta estabilidad social, etc, también pudo vislumbrar la forma en que ellas se veían a ellas misma para encontrar esa pareja que las sustentara por el resto de sus vidas, la forma en que los matrimonios eran el centro de la vida…en Venezuela existe una cultura alrededor del matrimonio y de la pareja que pueden llegar a trastocar los propios deseos, y que sinceramente es desesperante.

Luego de su reverse culture shock, ella consigue trabajo en una editorial que hace una revista según ella aburrida y plana; sin matices ni dinámicas interesantes. Y luego de que renuncia crea su último blog llamado The Redemption of Lagos (que ahora la escritora de verdad creó, para escribir sobre su experiencia en esta ciudad). Ella habla de muchas situaciones que suceden en la ciudad. Por ejemplo, cuando las autoridades desmantelaron un calle llena de puestos de comida ambulantes que eran ilegales (en donde las mismas autoridades, antes comían). Allí ella describió la violencia con la que los policías arremetieron con personas a las que ellos conocían, y cómo al día siguiente las personas que allí trabajaban buscarían otro lugar para seguir trabajando (probablemente, sin permisos municipales). Indicó como las políticas para acabar con “la informalidad” eran más ineficientes que mantener estos pequeños lugares sin ninguna clases de permisos allí donde se encontraban. (Me parece increíble como esa escena es casi que reproducida en todos los países de latinoamérica desde Argentina hasta México).
Al final, ella y Obinze se ven, conversan, y tienen, primero, un affair, y luego, él decide terminar su matrimonio por muchos motivos, pero sí, se le puede agregar a ello la llegada de Ifemelu. Termina el libro con ellos volviendo a estar juntos con mucha claridad, al parecer.
No lo voy a negar, fue el final de la victoria. Después de todo lo que pasamos en la vida (Como Ifem), dar la vuelta al mundo y volver a estar en casi la misma situación inicial parece lo más justo. Todo lo que pasó para que algo suceda, es impresionante.
Ojalá los venezolanos, y demás migrantes del mundo tengamos la oportunidad de volver. Felizmente sin tener que prostituirnos en el intento.
Foto tomada por Tortugavispada en Colonia de Sacramento Uruguay.
Siempre me movilizan mucho las producciones en relación a procesos migratorios.
Esos cuatro estados que describes… ingenioso modo de hablar de eso que nadie quiere verbalizar.
La frase final me conectó mucho con una tristeza que se que llevo desde hace rato velada… «sin tener que prostituirnos en el intento.» la releí muchas veces… y fue hasta ahora que vuelvo arriba para copiarla que noto que la ultima palabra es «intento» morí, jajajaja… siempre (todas las veces anteriores) estuve leyendo «Interno» todas las voces gritaron y corrieron en circulo jajajaaja! rezando en conjunto: «hemos estado prostituyendo nuestro <> todo este tiempo Mafer.»
Abrazo Val.
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