El show del pánico

El otro día presencié un show. Fue bastante peculiar. Pero de todas formas me pareció  entretenido: Era una chica bailando ballet, eso no tiene nada de gracioso o extraordinario en sí mismo, ella bailaba ballet en un parque de diversiones justamente en la nueva atracción que era un barco pirata. Me pareció algo incongruente, pero la verdad es que tenía su chiste. No sé cómo convencimos a mamá de que aceptara pagar por ese show, la verdad es que ella detesta ir a lugares oscuros con mucha gente. Lo bueno es que este era al aire libre, quizá por eso no se sentía encerrada. De igual forma bajaron las luces un poco para que todos pudiésemos ver el baile de esta chica. Era morena, pero con el pelo teñido de azul turquesa ¡El vestido me encantó! Era como si fuera una guacamaya azul, o eso me pareció.

También la elección de la música fue interesante. Eligieron a Chopin. Mi favorito. Y luego lo mezclaron (no sé cómo) con Sakamoto, por supuesto Merry Christmas Mr. Lawrence. Fue un buen cambio, pero son bastante distintos esos dos hombres. En un punto de la canción la bailarina se detiene de repente y queda como una momia. De pie, pero inerte sin duda. Fue increíble. Al mismo tiempo que esto pasó entra un nuevo personaje en el escenario. A pesar que objetivamente el personaje era pequeño, parecía muy poderoso. Aunque me cuesta mucho recordar por qué. En ese instante, él invita a alguien del público a subir. Yo levanté la mano porque ¿Por qué no? Increíblemente este ser medio monstruoso me eligió a mi. 

Yo, tímidamente, subí al bote/escenario al que no sabía cuál sería mi actuación. En un momento todos me aplaudieron. Me sentí feliz aunque la luz no me dejaba ver a nadie, pero podía escucharlos. Incluso oí gritar a mi mami. 

En un instante el sr. poderoso me dijo al oído que debía colocarme una máscara para poder actuar. No pude ver qué máscara me pusieron. En secreto, de nuevo, el sr. me dijo que debía tratar de atrapar a la bailarina en el momento en que él se fuese del escenario. 

Cuando él no tocaba el barco la bailarina comenzó a bailar. Fue bastante curioso que eso sucediera. En el instante que ella me vio se alejó de mí lo que más pudo. Yo no entendía por qué. Luego, recordé que de seguro era parte del show. 

Antes, cuando formaba parte del público no pude notar las facciones de la bailarina, pero la bailarina no tenía cara muy feliz. Parecía cansada. Y yo seguía persiguiendola, más que por el show porque quería saber qué le pasaba. Pero ella parecía asustada de mi. No entendía muy bien por qué. En un punto, le roce la mano y ella se le escapó un leve gritito que sólo yo pude escuchar. Allí fue cuando noté que la música estaba muy alta. 

La verdad es que no la había tocado muy duro, con dificultad la rocé. Y allí noté que tenía algunos morados en la piernas y en la manos. Y de verdad estaba muy cansada. Creo que no podía más. Yo seguí persiguiendo a la bailarina con más y más fervor, pero la verdad quería alcanzarla por curiosidad.  A medida que se asustaba más y más, y volteaba con cara de pánico yo debo confesar que sentía un leve placer. 

Entonces sonó Mozart, el genio, la sonata de piano número 16 en C mayor. Era como una cacería, un juego para mi, pero cada vez parecía algo más de vida o muerte para ella. Creo que ambos sabíamos que esta sería la última canción para cada uno. De repente me sentí con necesidad de poseer  a esa bailarina. 

Luego de un largo periodo de cacería,  mi máscara cayó, y me detuve. Mis ganas de hacer sufrir a la bailarina desaparecieron. Y también su miedo. De repente se dio cuenta que no era mi máscara, incluso yo me di cuenta que era yo. Al tomar la máscara me di cuenta que era la cara del sr. monstruoso. Fue un poco perturbador. 

 El sr. monstruoso me hizo señas de que debía continuar, y yo traté de decirle que la bailarina estaba muy cansada, pero la verdad es que no creo que él me pudiese oír no sólo por la música sino porque no le interesaba más que sus órdenes. 

Entonces volví al centro del escenario, dejé la máscara en el suelo y me puse a bailar. 

 Este fue uno de esos sueño que sabes claramente de qué se tratan en la práctica, pero que en teoría no tienes idea de qué significan.


Foto por Tortugavispada pero la pintura es por, el único e inigualable, Xul Solar

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